La seguridad en el aula
09:00h Jueves, 15 de mayo de 2008
Todos los padres se preocupan por sus hijos, sobre todo en el tema de su seguridad. Seguramente en casa, este aspecto está cubierto con la mejor buena voluntad, pero en la escuela la historia puede ser distinta y es bueno que los papás pongan énfasis en este aspecto, ya que si echamos cuentas, los niños pasan gran parte de su vida en las aulas. Un promedio de ocho horas diaria de lunes a viernes no es poco. Estamos hablando de la tercera parte de su tiempo prácticamente. Ciertamente el Ministerio de Educación es el ente rector que, conjuntamente con organizaciones públicas encargadas de la seguridad nacional, debe coordinar que todo marche bien en las escuelas en el tema de la seguridad. Sin embargo, siempre hay algunos cabos sueltos que a cualquiera se le pueden escapar porque nadie puede estar en todas.
Es allí donde los padres y los mismos alumnos deben estar atentos y saber advertir detalles mínimos que se puedan haber escapado a los inspectores de seguridad y que puedan representar algún tipo de peligro para la integridad física de los alumnos. Un clavo olvidado en la pared donde colgaba un adorno podría convertirse en protagonista de un accidente. No debemos dejar que cosas así sucedan.
Imagen tomada de Flickr por Marcelo Trivelli
Y a veces ni siquiera es necesario que haya algún elemento sobrante, por así decirlo. Los mismos alumnos deben ser conscientes de que sus acciones al interior del aula deben ser bien pensadas. Por ejemplo, mi ex novia tuvo un accidente en su época escolar que estuvo a un paso de convertirse en mortal y sucedió al interior de su aula. Era un intermedio entre clases y es lógico que los chicos se distiendan en esos cinco o más minutos. El hecho es que entre juegos, algunos corrían de un extremo a otro del aula. En uno de esos piques, mi novia corría hacia un lado y una de sus compañeras –sin intención, espero- le puso una traba con el pie. Fue una travesura bastante desafortunada ya que mi ex novia fue a volar, literalmente, y estrellarse frontalmente contra una de las paredes del aula. Lo que obtuvo fue algo más que un simple moratón.
Producto de este accidente tuvo una fisura en dos vértebras cervicales y estuvo en riesgo de quedar parapléjica de por vida, tuvo que estar hospitalizada durante seis meses. Con este ejemplo vemos que no sólo los elementos estáticos al interior del aula deben ser tomados en cuenta a la hora de elaborar un manual o unas directivas de seguridad, sino también los elementos dinámicos, es decir los propios alumnos.
Otro aspecto importante de la seguridad en las aulas son los accesos y las vías libres. En efecto, los espacios entre las carpetas deben ser respetados así como el número recomendado de alumnos por aula. Por cierto que, muchas veces, las clases consisten en dinámicas de grupo en que las carpetas de los alumnos son desplazadas de su lugar. Si esto se va a hacer, al final de la hora todo debe volver a su ubicación original. Esto cobra mayor preponderancia en las primeras instancias de la educación de los niños ya que, por naturaleza, tienden al desorden. En caso de sismo o de siniestro, las vías de escape deben estar correctamente señalizadas para una salida rápida, ordenada y efectiva. Para que esto se lleve a cabo con éxito, los programas de ensayos de evacuaciones deben ser ciertamente periódicos y se debe establecer con anterioridad el orden de salida de los educandos. Generalmente se debe hacer fila por fila y a paso raudo para evitar congestiones en la puerta de salida. Por supuesto, que la salida de las carpetas individuales, debe estar orientada hacia la puerta de salida y no hacia el interior del salón, puesto que en un caso de emergencia, cada segundo es vital.
Imagen tomada de Flickr por Marcelo Trivelli
Asimismo, se debe vigilar los accesorios de las aulas. Por ejemplo, la zona donde se dejan los útiles. Algunas escuelas no disponen de casilleros exteriores y los alumnos deben llevar sus mochilas al interior del aula. En tal caso, debe existir una zona asignada para el depósito de las mismas y hacia el fondo del aula para que de ninguna manera estorbe el libre tránsito. No se debe permitir que los alumnos dejen estas al pie de sus asientos. Del mismo modo, las carpetas de los alumnos, deben guardan cierta distancia en caso haya ventanales en el aula. A ser posible, cada aula debe contar con un extintor también, aunque se suele tener estos solamente en los laboratorios, lugar que también debe ser bien acondicionado. El taller de Física o de formación laboral es otra zona que debe ser exhaustivamente vigilada ya que siempre existen aparatos punzo cortantes que deben vigilarse al centímetro y siempre trabajar en grupos reducidos de alumnos para ejercer un mejor control. Finalmente, los alumnos deben estar impedidos de llevar objetos contundentes que en alguna forma puedan representar un peligro para su propia integridad sin importar la intencionalidad de los mismos. Cuéntenos en qué condiciones se encuentra el aula de sus hijos.
Me parece interesante el articulo, creo que deberÃa tener más información sobre los espacios que debe existir entre cada alumno para que le asegure una buena movilidad. Ejemplo, cuantos metros debe tener a su izquierda y a su derecha lo mismo que hacia adelante o asia atras, que le permita una rapida evacuación ante un sinisestro o desastre natural.
Gracias