En busca del tesoro

Las gimkanas nunca pasarán de moda. Sobre todo si se preparan de un modo creativo y original. Pensemos por ejemplo en un juego que ofrezca la posibilidad a los más pequeños de sumergirse en una especie de cuento fantástico: una historia de piratas. Han encontrado el primer pedazo del mapa que conduce hasta el tesoro pero sólo podrán hallarlo cuando lo tengan completo.

Lo primero que tienen que hacer todos los jugadores es disfrazarse de piratas para que el juego parezca más realista. Pueden ponerse un parche en el ojo o atarse un pañuelo en la cabeza, lo que consideren que les hace entrar más en el juego.

En el dorso del primer trozo de mapa les indica dónde tienen que ir a buscar el segundo trozo de mapa. Una vez vayan tendrán que superar una prueba si es que quieren conseguir el trozo de mapa. Y el proceso se alarga hasta reunir todos los fragmentos. El mapa se puede dividir en unos cinco o nueve trozos, para que no se haga ni muy corto ni muy largo.

Las pruebas pueden ser:
- Hacer una cadena de ropa que supere una cifra determinada de metros
- Entre todos los miembros del equipo hacer pasar tres huevos sobre una cuchara que aguantan con los dientes sin que se les caiga
- Hacer parejas entre los participantes que tienen que conseguir caminar con una pelota de tenis entre la frente de uno y de otro sin que se les caiga
- Una carrera de relevos de sacos, en la que participan todos. Tienen que hacer todos los relevos en menos de tres minutos, por ejemplo
- Construir una cabaña con ramas y hierbas
O cualquier otra prueba que se le pase al monitor por la cabeza.

Una vez tengan el mapa reconstruido, se trata de ir en busca del tesoro. Un tesoro muy agradecido por los más pequeños son gominolas, caramelos o globos. Se pueden colocar dentro de un cofre un poco enterrado.

Foto1: Peasap
Foto2: Slushpup